Obra de teatro escrita por Juliana Muras y Verónica Mc Loughlin, inspirada en el universo literario de Clarice Lispector
"SOY UNA MUJER QUE TIENE UN CORAZON QUE A VECES SE DA CUENTA." C.L.
miércoles, 27 de junio de 2012
martes, 19 de junio de 2012
NO DUERME EN PAGINA 12
ESCENAS
El tiempo necesario
Revelación de un mundo, de Clarice Lispector, fue la inspiración para que Juliana Muras y Verónica Mc Loughlin dieran vida a una noche de insomnio en la que lo mínimo también merece ser dicho.
Por Sonia Jaroslavsky
No duerme, interpretada por la actriz Juliana Muras, es la historia de una mujer que se prepara en su casa para salir con alguien. Minutos después suena el teléfono y el plan se cancela. La mujer decidirá no dormir y compartirá su soledad, sus temores, sus emociones con un público que inventa y que la acompaña.
Juliana Muras, actriz reconocida por sus actuaciones en Reflejos y Hacia donde caen las cosas, de Matías Feldman, o en Heldenplatz, dirigida por Emilio García Wehbi, y actualmente en plena etapa de ensayos de Japón, escrita por Jimena Anganuzzi y Alejandro Lingenti, explica que el motivo por el cual esta mujer se desvela y no duerme puede parecer a simple vista sin gran importancia. Es justamente esta nimia situación lo que la sumerge en ella misma, en su intimidad. “Me emparienta con algo que alguna vez sentí. Eso que pensás que si lo contás todos te dirían: ‘¿Ah, eso? No es nada’. Eso mismo, ella no lo deja pasar. Al contrario, decide hacer presencia en la profundidad con la que siente sus emociones. Así recorre diversas emociones y las acepta, las corrige, las repasa, las encarna, las afina.”
Verónica Mc Loughlin, actriz, directora y dramaturga (Voto de silencio; La Boticaria) explica que a nivel dramatúrgico se manejó el concepto de público inventado (un interlocutor creado mentalmente para ese fin). “Como cuando hablamos solos en casa. Ella no está haciendo teatro (no es stand up o un monólogo al público), sino que está en su casa, hablando con ella y con otros. De esa manera este público puede mutar, ser muchos, ser pocos, ser uno solo, aparecer y desaparecer.”
Juliana y Verónica cuentan que de Clarice Lispector les interesó particularmente su imaginario: “El universo que va construyendo mientras leés sus libros –aclara Muras, y continúa–, la atmósfera íntima en la que te involucra, la forma en la que te hace testigo de su intimidad. De su trabajo me interesa su intensidad, la forma en la que a veces descubrís que dice menos aún que lo que siente”. En cambio, Verónica lo primero que sintió fue una gran identificación con la autora de Revelación de un mundo “con cierta manera de expresar las emociones, esa acidez con la que se aleja de la solemnidad pero te hunde en la profundidad. A la vez que me resultaba duro leerla. La leí muy despacio. Después de cada texto necesitaba un poco de aire. Soltarla un rato. Ahora pienso que esos momentos de silencio, esas detenciones que hay en la obra, quizá tengan que ver con ese tiempo de digestión que tiene Clarice para mí. Ese tiempo para volver a escuchar lo que dijo. Para que esas palabras floten un rato dentro”.
Desde la puesta, la cercanía, el poco espacio que separa la escena con la platea real ayuda a la intimidad del encuentro. Los temas musicales que la mujer escucha y su explicitación en escena trabajan en el mismo sentido que la idea de público inventado, haciendo alusión a la musicalización de “los momentos” de la misma manera que lo hacemos en nuestra vida cotidiana. Así se escuchan “Sabor a mí” en versión de Luis Miguel, “Travel Song” y “The Tale” de John Cage, “End Titles” de John Zorn o “Toque de queda” de Jorge Drexler interpretada por Leonor Watling.
En esta noche solitaria la mujer pasa de su preparación muy coqueta para su salida con un hombre a la desilusión, el enojo, la tristeza. Luego una decisión que traerá calma sensible y profunda transitando en esta noche no sin humor los recuerdos, el silencio, el miedo, la anécdota, los sueños, la reflexión y el cansancio.
Funciones: domingos, 20.30. Sala Escalada. Remedios Escalada de San Martín 332. Reservas: 4856-0277. Entradas: $40 ($30 a estudiantes y jubilados).
martes, 12 de junio de 2012
HAY EQUIPO
Verónica Mc Loughlin - autora y directora y Juliana Muras - autora y actriz
Fotografía de Lina Etchesuri
NOTA EN ORILLA SUR
Escrito por Carolina Selicki Acevedo
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Miércoles, 06 de Junio de 2012 – Revista Orilla Sur
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Foto: Lina M. Etchesuri
Ella se peina, tarda en decidirse por qué zapatos ponerse pero después
de varias idas y venidas al fin está lista. Se acerca a la puerta, cartera en
mano, pero suena el teléfono y lo que parecía ser una gran noche se convierte
en un martirio. La plantaron. Será una noche larga, el sueño no llega y
reaparecen fantasmas pasados y presentes. Conviene escucharla. Este es apenas
el comienzo de No duerme, obra teatral de la directora Verónica
Mc Loughlin y protagonizada por Juliana Muras, que acaba de estrenarse en la
Sala Escalada. Ideal para el domingo.
De fondo suena Travel song de John Cage, en sus manos
una taza humeante, deambula en camisón, sale de escena por el pasillo. Luego
vuelve. Siente rabia, una rabia que parece más profunda y lejana. Rabia
acumulada. Pero luego, aparece la angustia y con ella el intento de
verbalización. Desde chica tengo una imagen recurrente: estoy debajo
de la mesa con un cuchillo de cocina esperando por si pasa alguien. La mejor
manera es esperar siempre debajo de algo, escondida, conteniendo el aire, y
sintiendo cuando es el momento. No sea cosa de que te vea antes de que vos lo
veas, dice más adelante. Todo parece invitar a aquietar las aguas,
en el interior de ella y en quien la escucha.
Es una propuesta de detención. Hay
momentos que son sólo para mirar. Creo que yo necesitaba detenerme. Es una
propuesta auto-gestionada, artesanal en su armado y a la vez muy íntima, comenta Verónica,
egresada de la carrera de Actuación en la Escuela Nacional de Arte Dramático
(I.U.N.A.), actualmente a cargo de varios talleres de teatro y con maestros
referentes como Raúl Serrano o Marcelo Bertuccio, entre otros. Juliana,
también egresada de la misma institución, docente y co-autora de la obra,
agrega: es un juego de la restricción. Comenzamos a armarla en mi
departamento, que es bastante pequeño, entonces si bien soy la única actriz
en escena no me siento sola porque tuve mucho trabajo previo junto a Vero,
que además es una gran amiga y con quien tuve la oportunidad de trabajar
anteriormente en varias ocasiones, y eso me permitió poder incluir parte de
mi universo personal en el texto y en la interpretación.
El público, parte de la obra
No duerme tiene,
también, muchos momentos de humor, radicado en las “pequeñas cosas” que una
mujer puede desear y sus contradicciones: un trabajo de pocas horas, un
balcón con plantas, amor.Antes de dormirme, cierro los ojos y cuento los
hombres por quienes no me importaría ser besada. Los cuento con los dedos. Es
agradable, pero me entristece no poder pensar en más de diez.
Juliana se muestra contenta con el resultado después de meses de
trabajo y de búsqueda: es tan íntima que se vuelve compartida. Cuando
hablo, le hablo a cada uno, veo sus rostros, sus reacciones, sus
perturbaciones, oigo sus risas y eso entra a jugar como parte de la obra, que
gracias a haber encontrado esta hermosa sala, dentro de una casona, con
corredores, con dos puertas de entrada, es grandioso lo que se puede
experimentar. Tengo al público a centímetros y del otro lado hay
respuesta. Por eso no siento que sea un unipersonal.
La influencia de Lispector
Las crónicas de Revelación de un mundo de la
escritora brasileña Clarice Lispector llegaron a manos de Verónica a través
de Juliana y funcionaron como disparadores al que luego le fueron agregando
historias personales, matices. Una termina sintiendo familiaridad con
lo que Clarice intenta poner en palabras y si a ella le costó hacerlo, a
nosotras nos costó más volcarlo a la puesta en escena pero no ha sido el
único eje.
La obra participó en septiembre del año pasado del Festival
de la Rendija de Mérida (México) y fue estrenada a mediados de abril
en la Sala Escalada.
http://www.orillasur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=482%3Ael-sueno-que-no-llega&catid=38%3Acandilejas&Itemid=37 |
GACETILLA
DOMINGOS – 20.30 HS – SALA ESCALADA
De Veronica Mc Loughlin y Juliana Muras
"Soy una persona que tiene un corazón que a veces se da cuenta" C. L.
Una noche en su casa, en silencio, una mujer llora. Algo sucedió...
No duerme.
Debe tomar una decisión.
Ficha Técnica:
Actriz: Juliana Muras
Fotografía y DG: Lina M. Etchesuri
Escenografía y Vestuario: Emiliano Pandelo
Iluminación: Carolina Rolandi
Prensa: Renata Prensa
Producción: No duerme
Asistente de sala: Isabel Fagalde
Asistencia de dirección: Lizzania Sánchez
Dirección: Verónica Mc Loughlin
DOMINGOS 20.30 HS
Sala Escalada – Remedios Escalada de San Martin 332
(a una cuadra de Juan B. Justo y Warnes) - Villa Crespo
Reservas: 4856-0277 / 154434-5002
Entradas: $40 / $30 estud. y jubilados
UNA IMAGEN Y UN TEXTO
Desde chica tengo una imagen recurrente: estoy debajo de la mesa con un cuchillo de cocina esperando por si pasa alguien. La mejor manera es esperar siempre debajo de algo, escondida, conteniendo el aire, sintiendo cuando es el momento. No sea cosa de que te vea antes de que vos lo veas.
REFLEXIONES SOBRE MERIDA
Buenos Aires. Aeropuerto, pasaporte, embarque. DF.Combinación.
Maleta. Aduana. Mérida.
Calor. Mucho calor. Palmeras a través de la ventanilla del auto
que me llevó al hotel El Castellano, donde fui alojada. Y ese tono latinoamericano,
tan amable, tan distinto a mi argentino, que da la sensación de que todo el
tiempo te invitan a cenar.
El Amaro fue el testigo de la integración entre los
participantes del Festival. Bajo su árbol viví enriquecedoras charlas y muchas
risas.
Los espectáculos que formaron parte del corpus del Festival,
mostraron la gran variedad de estilos, de búsquedas estéticas, de textualidad,
que estamos transitando en este tiempo.
Interesante fue encontrarme con similares características y
dificultades de producción entre los diferentes grupos (y países). No me sentí
tan sola. Aunque también algo desesperanzada en cuanto a políticas culturales
se refiere.
Participar con nuestro espectáculo nos produjo primero
alegría, orgullo, responsabilidad, y luego, muchísimo agradecimiento. Por el
respeto con el que fuimos tratadas, con la tranquilidad y la alegría con la que
se trabajó, con las facilidades procuradas.
Llevar nuestra obra, y con ella, nuestra manera de hacer
teatro, y con esto, de ver el mundo; compartir con colegas de lugares lejanos
nuestras inquietudes y reflexiones y maneras de expresarlas; vibrar con ellos;
sentir su aplauso y brindarles el nuestro; todo esto tiene para mí un valor
incalculable, que hizo que mi regreso a mi país y a mi tarea esté inundado de
reflexiones profundas sobre las maneras de trabajar, de producir, de
relacionarnos con el quehacer que nos compete.
Por
eso, no somos las mismas al volver del Festival. Regresamos enriquecidas por
todo lo que nos llevamos de esta hermosa experiencia.
Verónica Mc Loughlin
CRITICA EN DIARIO POR ESTO! DE YUCATAN
Una mujer que no duerme
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Fernando Muñoz Castillo
Con textos de la famosa escritora (Premio Casa de las Américas) Clarice Lispector,
las argentinas Juliana Muras y
Verónica Mc Loughlín crearon una dramaturgia totalmente realizada por mujeres
que decidieron estrenar en Mérida para el 2º Festival Iberoamérica en escena,
organizado por La Rendija.
Siempre me resultan extraños los trabajos de mujeres hablando de mujeres; el por qué es muy simple: estamos sojuzgados como público a creer que las mujeres son como los hombres dicen que son. Así que, como público y como varón, siempre encuentro un sentido del humor que me hace sentir que me cambiaron el chachachá que estaba bailando. En Una mujer que no duerme, la historia corre tranquila y cotidiana: una joven se acicala para salir a una cita y cuando está a punto de cerrar tras de sí la puerta de su casa, suena el teléfono y, previsible, la plantan con una excusa, seguro, bastante tonta. Allí es cuando comienza la otra historia, no la que ya había comenzado cuando llegamos a la sala en busca de nuestro asiento. Lo que sigue es simplemente una historia de mujeres que igual podría ser una historia de hombres, porque también los hombres sufrimos de insomnio. Pero como dije al principio, existe una cualidad ¿sentimental? o es mejor decir¿emocional? que diferencia un insomnio de otro. El de esta mujer le sirve para hablar de ella, su familia, sus temores, sus miedos,
sus alegrías, sus frivolidades… todo
a ritmo de música pop bien conocida por todo el público.
Un cuarto con lámparas, ¿estarán de moda las lámparas en el teatro? Porque en Madera igual había lámparas… me quedé con la duda… bueno… prosigo: muebles bellos y sencillos en su línea que hacen que la escena ya nos hable de un espíritu femenino en específico. Un vestuario sin afectaciones churriguerescas y una mujer que no se desnuda ni realiza actos obscenos en escena, ni esfuerzos sobrehumanos donde la gota de sudor nos golpea la retina. No hay vasos rotos, ni copas vacías como cantan Los Fabulosos Cadillacs, pero sí, como cantaba José José, ella es pez de río y la pareja que la deja plantada es pez
de mar.
Una historia sencilla que al igual que Madera dura el tiempo exacto para no hacer bostezar al público ni reprimir sus ganas de arrancar a correr por un refresco de cola para calmar la angustia. Una historia de amor y desamor contada de una manera franca, sincera, sin afectaciones ni falsas pretensiones de erudición… al fin es una dramaturgia sustentada en textos perfectamente bien escritos por la señora Lispector. Un vaso de agua fresca dentro de tanta violencia que muchas veces no lleva a ninguna parte, y que eso es otra forma de violencia. No temo parecer cursi si digo esa palabra que los brasileños dicen sin recato alguno: bonito.
Sí, este fue un bonito espectáculo
que me dejó muy satisfecho como espectador, sobre todo porque me hizo
reflexionar un algo más sobre lo poco que los hombres conocemos a las
mujeres.
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REPERCUSIONES
Su angustia es el insomnio
23/09/2011 22:30 Leer el artículo completo en: El Diario de Yucatán - Cultura
Con motivo del segundo Festival de Teatro de La Rendija, la actriz y dramaturga Verónica McLoughlin, de Argentina, estrena hoy en la capital yucateca "Una mujer que no duerme", en el foro de La Rendija (número 502-A de calle 35 entre 60 y 62, Centro), en dos funciones: a las 5 y 9 p.m. La obra es sobre una mujer que se siente angustiada y no consigue dormir. La protagonista es interpretada por la argentina Juliana Muras. "Respeto y me gusta todo tipo de obras, pero lo que me hace emocionar, crear cuestionamientos y dejar inquietudes son esas pequeñas cosas que ocurren en la vida y que muchas veces no les prestamos atención, como la imagen de un beso o la angustia de una mujer en un cuarto sin poder dormir", indica Verónica. La entrada cuesta $30. El festival concluirá mañana domingo con dos presentaciones, la primera de ellas "El cofre del Piratlilla" en la Cineteca Nacional del Teatro Armando Manzanero, a las 12:30 horas. El boleto es de $30. "Definitivamente, el teatro es comunicación, expresión, requiere investigación", dice Alejandra Díaz de Cossío, directora de la obra. A petición de un parque acuático en Cancún, Alejandra emprendió un viaje para profundizar y descubrir todas las cosas y seres vivientes que se encuentran en ese lugar. El resultado es Piratlilla, que con su mascota vive en un cofre que guarda leyendas. La que se contará mañana es la de una terrible pirata que conoce a una tortuga y ésta la lleva a pasear por los arrecifes. "El teatro es preguntón y sacador de información, busca hacer hablar al que no le prestamos atención, como a un arrecife: lo vemos, pero no sabemos qué es, qué siente y, sobre todo, la historia detrás de él". Por la noche, a las 8, en el foro de La Rendija se presentará "Hanjo, la mujer del abanico". La entrada cuesta $30.- Alicia López Medina
lunes, 11 de junio de 2012
UN TEXTO A COMPARTIR
"Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy. La punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espalda magia: es allí a donde voy.
En la punta del pie el salto. Parece historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy. ¿O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy. En la punta de la palabra está la palabra."
En la punta del pie el salto. Parece historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy. ¿O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy. En la punta de la palabra está la palabra."
Clarice Lispector